¡Ojo! Chile es el país que más violencia en redes sociales estimó a nivel Latinoamericano

Un 66,7% de las personas encuestadas han recibido amenazas contra su integridad física y sexual a través de las redes.

¡Ojo! Chile es el país que más violencia en redes sociales estimó a nivel Latinoamericano

Los discursos con temáticas feministas, orientación sexual e identidad de género son las que causaron más controversia y ataques violentos por parte de grupos antigénero. Chile y Argentina lideran como países con más discursos de odio, en donde un 66,7% de las personas encuestadas han recibido amenazas contra su integridad física y sexual a través de las redes, informó Braga.

El estudio llamado "¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?", analizó cuentas de Twitter de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, con el objetivo de detectar actos estigmatizantes y discriminatorios en torno a la agenda de igualdad de género. También se incentiva a repensar las formas de potenciar la visibilidad de las reivindicaciones de esta agenda en la región.

La investigación fue realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, en donde analizaron 12 cuentas de la red social a favor de las demandas de género y 12 cuentas en contra en las cuatros naciones mencionadas entre agosto de 2019 y julio de 2020. 

En este sentido, la investigación da cuenta de cómo se está dando en redes sociales el debate entre activistas feministas y sectores antigénero; y, por otro, cuánto está afectando la violencia a las intervenciones públicas del activismo feminista, por lo que también se realizaron 24 entrevistas a activistas.

Resultados 

Chile y Argentina fueron los países donde más aumentó la violencia de grupos antigénero, por lo tanto, hubo menos debate relacionado a estos temas. En el caso de Uruguay ocurrió todo lo contrario, se incrementó un aumento del debate y las agresiones fueron menos frecuentes. 

Asimismo, el estudio dio cuenta que el 70% de las mujeres feministas están dispuestas al diálogo con grupos antigénero. A pesar de ello, redujeron sus opiniones a través de las redes en un 50% y un 60% dejaron de leer comentarios. 

Por otra parte, la violencia trasciende las redes: el 46% de las/os feministas de la región aseguró haber recibido mensajes intimidatorios en su teléfono o correo personal, el 33% haber sufrido violencia en la vía pública y el 4,2% en su domicilio personal. 

Chile y Argentina son los países en los que la mayoría de las/os consultada/os declaró haber recibido las tres modalidades de violencia, estigmatización, agresiones e insultos y amenazas directas: cuatro de seis personas en cada país. Además, el 66,7% de estos dos países han sido objeto de amenazas contra su integridad física, integridad sexual y, en último término, contra su vida.  En Paraguay y Uruguay el 50%.

Las principales razones de las agresiones fueron los discursos sobre el activismo feminista, la identidad de género y la orientación sexual, violentando los cuerpos, las capacidades intelectuales, de decisiones e identidad. 

"El ciberactivismo feminista ya no interviene de la misma manera en los espacios de discusión, para promover una acción o exponer un punto de vista, dado que esas intervenciones tienen un alto costo. Lamentablemente, el objetivo buscado por quienes despliegan discursos de odio y acciones violentas, que es acallar y restringir voces, en muchos casos se está cumpliendo", expresó la coordinadora de la investigación y presidenta de Comunicación para la Igualdad, Sandra Chaher.

La encuesta reveló que la mayoría de las personas encuestadas y entrevistadas coinciden en que debe haber una regulación entre los estados, las empresas de Internet y las redes sociales, como también participación de las organizaciones de la sociedad civil, de acuerdo a lo que mencionaron las personas de Chile, Uruguay y Paraguay.

Por otro lado, se evidencia un crecimiento del ciberactivismo donde se reconoce a los movimientos feministas utilizan las plataformas digitales para informar y como objeto de transformación. Se destaca la creciente masividad en convocatorias virtuales, mayor participación de las jóvenes en el ciberespacio, uso cotidiano de Twitter e Instagram como plataformas activistas.