Día Mundial de la prevención del VIH: ¿Por qué se celebra el 1 de diciembre? ¿Qué pasa en Chile?

Como cada primero de diciembre, desde 1988, hoy es el Día de la prevención del VIH. Este año se cumplen 40 años desde los primeros diagnósticos de la enfermedad.

Día Mundial de la prevención del VIH: ¿Por qué se celebra el 1 de diciembre? ¿Qué pasa en Chile?

Como cada primero de diciembre, desde 1988, hoy es el Día de la prevención del VIH. Este año se cumplen 40 años desde los primeros diagnósticos de la enfermedad, y te contamos por qué hoy se conmemora esta fecha.

El Día Mundial de la Lucha contra el SIDA se celebra desde 1988. Cabe destacar que no hay una razón especial para que esta jornada se conmemore el 1 de diciembre. Se escogió esta fecha por razones de impacto mediático, por ser primer día de mes.

En 2011, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida decidió cambiar el nombre de Día Internacional de la Lucha contra el Sida por el de Día Internacional de la Acción contra el Sida. Esta decisión se basó en la connotación belicista de la palabra 'lucha'. De todas formas, a pesar de estos cambios, esta jornada no ha perdido un ápice de importancia y es uno de los días internacionales más reconocidos mundialmente.

Por ello, cada primero de diciembre, las agencias de la ONU, los gobiernos y la sociedad civil se unen para recordar a aquellos que han fallecido a causa de la enfermedad. Además, esta jornada conmemorativa, como todas las precedentes, sirve para crear conciencia y celebrar victorias como el acceso a servicios de prevención y tratamientos antirretrovirales.

Este años se celebra la esperanza para las personas seropositivas, ya que el fin del VIH está más cerca gracias a la comercialización de las primeras vacunas contra el virus que se estima que comience a finales de 2023.

¿Qué es el VIH?

Es un virus que ataca y puede dañar el sistema inmunitario, dificultando que el cuerpo se defienda de las infecciones.

Sin tratamiento, el VIH reduce el número de células (células CD4 o células T) que ayudan al sistema inmune a combatir las infecciones. Con el tiempo, el virus puede destruir tantas de estas células que el cuerpo no puede combatir las infecciones y las enfermedades por los que estas infecciones oportunistas o cánceres se aprovechan de un sistema inmunitario muy débil y señalan que la persona tiene SIDA, la última etapa de la infección por el VIH.

Te puedes contagiar con el VIH a través de diferentes tipos de exposiciones al virus, como por ejemplo a través de interacciones sexuales de alto riesgo, compartiendo agujas o jeringas contaminadas, sangre infectada o una transfusión. También puede contagiarse de una madre infectada (especialmente sin tratamiento antirretroviral) a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.

Solo ciertos fluidos corporales, como la sangre, semen, líquido preseminal, fluidos rectales, fluidos vaginales y leche materna, de una persona que tiene el VIH pueden transmitirlo.

Y aunque no hay cura, existen tratamientos eficaces para controlar la enfermedad y ralentizar su progreso. Tomado de la manera correcta, todos los días, el tratamiento antirretroviral puede prolongar drásticamente la vida de muchas personas infectadas, mantenerlas sanas y reducir en gran medida su probabilidad de infectar a otros.

Recuerda que si estás bajo tratamiento y tu carga viral es baja, el virus no se trasnmite. Indetectable es igual a intransmisible.

¿Qué pasa en Chile?

En Chile, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud (Minsal), se estima que 67.000 personas viven con VIH, y de estas solo el 70% han sido diagnosticadas.

Así, un lugar clave para empezar son las pruebas del VIH, que permiten a las personas con el virus conocer su estado, recibir tratamiento para salvar la vida y prevenir la transmisión a otros.

¿Cómo protegerse?

La mejor protección contra el VIH es informarse sobre el virus y evitar cualquier comportamiento que permita la entrada de fluidos infectados en el cuerpo.

Cuando los preservativos se utilizan de forma sistemática y correcta, proporcionan una barrera contra estos fluidos. Es importante utilizar preservativos en todas las actividades sexuales con parejas que tengan el VIH. Con las que corran el riesgo de contraerlo o cuyo historial sexual desconozcas.

Recuerda que compartir agujas, jeringas y otros equipos de inyección es una vía directa de transmisión del VIH.

Si eres negativo al VIH y mantienes una relación sexual de alto riesgo con una pareja seropositiva, atento. Habla con tu médico sobre la conveniencia de tomar diariamente medicamentos contra el VIH (llamados profilaxis preexposición o PrEP) para reducir la posibilidad de infectarte. La PrEP diaria reduce el riesgo de contraer el VIH a través de actividades sexuales en un 99% aproximadamente.

La importancia de testearse

Aunque muchas pruebas del VIH son muy precisas, es importante evitar los falsos positivos. Es decir, el resultado de una prueba que dice que una persona tiene el VIH cuando, en realidad, no lo tiene. Por lo tanto, y según las directrices de la OMS, es importante que la persona se haga una prueba de confirmación.

Hay tres tipos de pruebas disponibles, que suelen realizarse en sangre, suero o plasma:

  • Prueba de ácido nucleico (NAT por sus siglas en inglés): Esta prueba busca el virus real en la sangre, pero no se utiliza de forma rutinaria para el diagnóstico.
  • Prueba de Antígeno/Anticuerpo: Busca los anticuerpos del VIH, así como el antígeno p24 del VIH. Los anticuerpos son producidos por el sistema inmunitario cuando uno se expone a bacterias o virus como el VIH. El antígeno p24 del VIH es una parte del virus que activa el sistema inmunitario para formar anticuerpos. Este antígeno está presente incluso antes de que se desarrollen los anticuerpos.
  • Prueba de anticuerpos: La mayoría de las pruebas rápidas son pruebas de anticuerpos. En general, este tipo de pruebas que utilizan sangre de una vena pueden detectar los anticuerpos del VIH más pronto después de la infección que las pruebas realizadas con sangre de un pinchazo en el dedo o con líquido oral.

De ser positivo, los fármacos de la terapia antirretroviral han avanzado hasta el punto de hacer que el virus sea indetectable en el cuerpo. Esto significa que se puede llevar una vida sana y casi eliminar el riesgo de transmisión.

Las investigaciones han demostrado que las personas que viven con el VIH cuyo tratamiento ha llevado su carga viral a un nivel indetectable, no corren el riesgo de transmitir el virus por vía sexual a otra persona.

La terapia antirretroviral suele consistir en una combinación de medicamentos que deben tomarse exactamente como lo prescribe el médico. La recomendación es empezar a tomar los medicamentos en cuanto se conozca el resultado positivo.