Miércoles 5 de enero de 2022
Esta variante contiene 46 mutaciones, es decir todavía más que ómicron, y es una de las dos derivadas de la B.1.640 que se había localizado a finales de septiembre en la República Democrática del Congo.
Una nueva variante del COVID-19 ha sido identificada por investigadores franceses, derivada de otra cuyos primeros casos se habían detectado en la República del Congo el pasado mes de septiembre.
El Instituto Hospitaliario Universitario de Marsella, donde se realizó el descubrimiento, comunicó el pasado 9 de diciembre en su cuenta de Twitter que había bautizado esa variante con sus propias siglas, IHU.
Sus investigadores publicaron a finales del mes pasado un pre-estudio, pendiente todavía de validación por sus pares. De la "variante IHU" llamada B.1.640.2 se conoce todavía bastante poco teniendo en cuenta el limitado número de casos registrados.
Este centro está especializado en enfermedades infecciosas. Fue creado y dirigido por el controvertido médico Didier Raoult. Los primeros de esos casos localizados por los científicos se dieron en la localidad de Forcalquier, en el departamento de Alpes de Alta Provenza.
Se tiene constancia de una docena de otros casos, en la región de Marsella, que se asocian con viajes a Camerún.
Esta variante contiene 46 mutaciones. es decir, más que ómicron. Es una de las dos derivadas de la B.1.640 que se había localizado a finales de septiembre en la República del Congo.
Un elemento peculiar de la "variante IHU es que una de sus mutaciones se asocia con un posible aumento de la transmisión del virus".
OMS
La OMS (Organización MUndial de la Salud), en tanto, dijo que IHU no se ha convertido en una gran amenaza desde que fue identificada. La variante "ha estado en nuestro radar", dijo Abdi Mahamud, epidemiólogo de la OMS
