Karina Oliva y Claudio Orrego: La batalla por la Región Metropolitana

Es considerada la disputa más importante de la segunda vuelta de gobernadores regionales. Sólo en la capital, habita un tercio del total del país con 7 millones de personas, por lo que la máxima autoridad metropolitana podría alcanzar un alto respaldo ciudadano.

Karina Oliva y Claudio Orrego: La batalla por la Región Metropolitana

Es considerada la disputa más importante de la segunda vuelta de gobernadores regionales. Sólo en la capital, habita un tercio del total del país con 7 millones de personas, por lo que la máxima autoridad metropolitana podría  alcanzar un alto respaldo ciudadano. 

Karina Oliva tiene 36 años, es politóloga, militante del Partido Comunes y ex vocera del Frente Amplio. Con este conglomerado llega a la candidatura a la gobernación de la región metropolitana, y en la primera vuelta consiguió más de 599 mil votos. La cifra corresponde a más del 23% del total de los votos, dejando atrás a las candidaturas del Partido Ecologista (Nathalie Joignat), de Chile Vamos (Catalina Parot) y del Partido Humanista (Pablo Maltés). 

https://twitter.com/karina_ol/status/1404125066644885505

De acuerdo a la información de su sitio de campaña, Oliva es mamá, feminista e hija de una profesora con un taxista, siendo estos detalles algunos sellos de su campaña frente a Claudio Orrego.

La carta de la DC, por su parte, es una cara conocida. El abogado fue ministro de Vivienda y Urbanismo, y de Bienes Nacionales en el Gobierno de Ricardo Lagos, alcalde de Peñalolén entre 2004 y 2012, e intendente de la Región Metropolitana entre 2014 y 2018. 

Actualmente Orrego tiene 54 años y se autodefine como un candidato con "una mirada amplia y con los pies en terreno". Su campaña le permitió obtener en primera vuelta el 25,52% de los votos; es decir, más de 657 mil respaldos. 

https://twitter.com/Orrego/status/1404114813735911424

Y aunque durante las últimas semanas, la disputa ha sido intensa y con muchos dimes y diretes, ambos lograron dejar fuera de la actual contienda a la derecha. Para expertos, se trata de dos representaciones de la izquierda polarizadas y con amplias diferencias. 

Las diferencias que han marcado la carrera a la gobernación 

A Claudio Orrego se le tilda como un rostro de la política tradicional. En redes sociales se ha recordado una serie de declaraciones que anteriormente hizo, por ejemplo, rechazando el matrimonio igualitario o responsabilizando a las mujeres por su situación familiar. En cambio, a Karina Oliva se le ha cuestionado fuertemente por no presentar un programa político contundente. 

En uno de los últimos debates televisivos, Orrego declaró que se trata de "la constatación de una diferencia", mientras la militante de Comunes respondió asegurando que su programa está hecho "no con los tecnócratas de siempre".

En este escenario, el democratacristiano aclaró que "en muchos temas he evolucionado y uno de ellos es el del matrimonio igualitario. Hoy día creo que todas las parejas, no importando su orientación sexual, tienen derecho a acceder a él". 

Pese a esto, Orrego cuenta con el respaldo de sectores oficialistas en esta segunda vuelta. Desde este sector, ha recibido varios elogios. "Creo que es un gran líder para Chile", dijo el candidato presidencial de la UDI, Sebastián Sichel, mientras el presidente de la UDI, el diputado  Javier Macaya, declaró que  "probablemente muchos de nuestros militantes votarán por Claudio Orrego (…) tenemos diferencias con algunas críticas que nos han hecho, pero más diferencias tenemos con una cantidad que tenía encuentros con agentes de Nicolás Maduro". 

Todo esto, ha llevado a la propia candidata del Frente Amplio a decir que Orrego "es el candidato que representa a la centro-derecha". 

Al contrario, Oliva ha tenido que hacerse cargo de otros flancos: recibió el apoyo de la dupla compuesta por Pablo Maltés, ex candidato a Gobernador, y su pareja, la diputada Pamela Jiles. Algo que incluso le valió críticas desde su sector. Y lo mismo pasó con  la denuncia de violencia intrafamiliar en contra un concejal electo de Comunes en la comuna de La Pintana. 

Tras esto, la candidata tuvo que reconocer que conocía algunos antecedentes de la denuncia, los que luego aclaró así en Twitter: "no conocía todos los antecedentes que circularon en esta campaña sobre VIF del concejal Rubén Urrutia. Su caso fue revisado x el comité electoral de nuestro partido x los mensajes que me llegaron en marzo de 2020, donde se verificó que no había antecedentes. Hoy hice un mea culpa porque claramente la revisión que se hizo no bastaba. La justicia patriarcal no puede ser nuestro estándar".