Miércoles 4 de agosto de 2021
El titular de Salud expresó que "está prácticamente decidido" aplicar la vacuna complementaria, pero que aún falta fijar la fecha y los esquemas para su ejecución.
El Gobierno confirmó que se aplicará una dosis de refuerzo en el plan de vacunación contra el COVID-19 en Chile, priorizando a grupos específicos en primera instancia.
El ministro de Salud, Enrique Paris, expresó que durante la tarde de este miércoles tendrán una reunión con el Presidente Sebastián Piñera y un grupo de expertos para definir los detalles para vacunación de la dosis de refuerzo.
Es normal que haya una disminución en la efectividad con respecto a la posibilidad de contagio (...) Hay personas que, por razones fisiológicas o de enfermedad personales, comienzan a mostrar una caída en su cantidad de respuesta inmunitaria. Esas son las primeras que van a recibir esta dosis, que hemos llamado dosis de refuerzo".
Enrique Paris, Ministro de Salud.
Asimismo, destacó que "falta aclarar la fecha en la que vamos a partir y los esquemas que utilizaremos (...) Se confirma que vamos a iniciar un programa de dosis de refuerzo".
OMS: "No podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de las vacunas, utilicen todavía más"
La Organización Mundial de la Salud pidió este miércoles desde Ginebra una moratoria global a una tercera dosis de las vacunas contra el COVID-19 y que se considere aplazar la vacunación de los adolescentes en los países ricos para que haya vacunas suficientes para inmunizar a al menos al 10% de la población de cada país y proteger así a quienes están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir.
Este llamamiento se produce tras la decisión de Israel y de Alemania de ofrecer una dosis de refuerzo a su población de riesgo, mientras que el Reino Unido planea hacer lo mismo a partir de septiembre y otros países ricos se encuentran en la misma reflexión.
De 4.000 millones de vacunas administradas a nivel global, más del 80% lo han sido en países de ingresos altos y medios, que representan en conjunto menos de la mitad de la población mundial, precisó, ilustrando así la desigualdad que persiste en el acceso a una de las intervenciones vitales para detener la pandemia.
